Es ella.

La mujer de mis sueños, galopa en ellos
errante como el ímpetu de las aves
volando hacía el sur, buscando el trópico
de los mares, eternos que jamás se han de secar.

Es ella! que siempre ahí esta forjada,
en mis pensamientos y siempre vivo sus recuerdos aquí,
si es ella! quien me lleva corriendo
tras las praderas del bosque.

Buscando un refugio, para pendernos de la vida
que nos persigue y nos arranca del mundo
en el que vivimos, con una solo mirada de sus ojos carmesí
reflejan la inocencia incauta del amor.

Pero si es ella! nadie me lo negara
yo lo descubrí en el fondo de sus acciones sinceras,
la pureza de su alma, es mas blanca que el algodón
mas blanco que el color de las nubes del cielo.

Prisionero de los calabozos del reino llevarme
si amar a quien es correspondido,
por que error seria negar que las almas
al final se juntas en la paz del señor.