Tarde de lluvia.

Lluvia que caes
y deslizas tus gotas,
te miro pasar,
y mis lágrimas brotan.
El agua que pasa
en las calles de la ciudad,
corre, desciende
y me empiezo a mojar.
De mis ojos caen lágrimas
suave como el cristal,
son gotas saladas,
de amargura y soledad.
Siento mucho frío
y tiemblo sin cesar,
mis manos me las guardo
en los bolsillos de mis pants.
Pero siento yo más frío,
más cansancio y más dolor,
es porque está sangrando
mi dañado corazón.
Pero ven tú a curarlo
pues necesita de mucho cuidado,
y yo creo que con tus brazos,
sin dudarlo, podrás sanarlo.
Pero no te vayas de inmediato,
pues podría abrirse la herida,
así que quédate otro rato,
para hacerme compañía.
Pero esta lluvia entorpece
a mi roto corazón,
o tal vez no sea la lluvia,
si no sea tu corazón.
Pero si hay dos oportunidades,
que se hiera o que se sane
, prefiero mil veces amarte
aunque otra vez 
mi corazón tenga que enfermarse.