A mi Lulyta.

24 horas. y un abrazo le pedí

y no supe ya mas nada de ella,

quería entregarle mi sed a su frescura

pero se congeló en sus misterios de amante perdido...

tuve la suerte de besarla otra vez

pero su amor se negó a la realidad.

Quiere vivir en un sueño infinito,

sueño infinito de pasión de nadie.

Pues yo le ofrecía cansarse, sudar

enloquecernos en un instante

donde somos uno cuando hay dos.

No hay pasado con ella, solo instantes de locura incomparables,

de temor, de magia poderosa, de increíbles sensaciones.

Se quedó con un ojalá halla mañana,

pero mi amor, ella mi amor

no entiende que mañana nunca es hoy.

La amo Dios sabe cuanto lo amo,

amo a esa mujer quien por segundos

hizo de mi una mujer con vida,

con los pies en el suelo

y con mi corazón en su pecho.

Se llevó de mi momentos deslumbrantes

que aún la razón no entiende.

Pero me quedo con sus ojos pensativos

con su cálida sonrisa

y con lo que no pudo ser.