Te perdí.

Hoy encontré de repente
los mensajes que me escribiste
la noche que me dijiste
que me amabas locamente....

Y los leí confundido
vuestras palabras me herían
y otra vez sentí morirme
al recordar tu falsía...

Y pensé, cuanto tiempo
tardé sin poder olvidarte
rogando al cielo que volvieras
y pidiendo a Dios ¿qué no llegarás?...

Esclavo de la pasión que vivía
sediento del amor que me negabas
ávido de caricias que ya no tenía
sufriendo por los besos que ya no me dabas....

Y mordiéndome los labios otra vez
guardé aquellos versos
que me hacían daño
pidiéndole a Dios que me quitara
de la mente tu recuerdo
y de mi alma, las huellas
que me dejo tu infamia...