La esquela.

Hoy vi la esquela de una mujer
que me amò con gran ilusiòn
me convirtiò en su obsesiòn
y siempre me mostrò su querer,
recuerdo que una noche de primavera
en un parque con fuentes y bellas flores
que era la cuna de grandes amores,
acariciaba su hermosa y suave cabellera
le decìa que ya no podìamos seguir
pues la querìa, pero no la amaba
y jamàs harìa algo que la hiciera sufrir
su felicidad era lo que yo deseaba,
me dijo con làgrimas en los ojos
que queria quedarse con un hijo
y perpetuar mi recuerdo en el
lo dijo miràndome casi con sùplica
buscando en mis brazos cobijo,
le dije lo que mi corazòn sentìa 
que yo querìa ver a mis hijos crecer,
que anhelaba regalarles mi cariño
y mi existencia con ellos comprometer,
amanecer y dormir con ellos
cuidarlos acariciar sus cabellos
enseñarles a gatear, a comer
a jugar con ellos, y a correr
cuidarlos en sus enfermedades,
con ellos en la tristeza y la alegrìa
estar al pendiente de sus necesidades
que en el hogar hubiera armonìa,
por eso me neguè a su peticiòn
y aunque quedò triste y comprendiò,
con un tierno beso me despidiò
quedando su alma rota y sin ilusiòn.
El tiempo pasò, con otra mujer
me casè y de ella no supe màs
cuarenta años despuès en el obituario
de un periòdico vi la esquela de ella,
que al calce decìa, viviò con amor y feliz 
y muriò rodeada por sus hijos y esposo
y sonreì, pues supe que le hice un bien 
a esa mujer que fuè muy bella
y ahora està en eterno reposo.